La efectividad no depende solo de copy o imágenes.
En un embudo de marketing existen muchas formas de reducir el costo de cada cliente potencial. La más obvia, es acudir a nuestra creatividad para generar piezas publicitarias que capten la atención.
Es allí donde la mayoría de anunciantes nos enfocamos y dedicamos horas a tratar de diseñar el texto (copy) perfecto y la imagen ideal.
No obstante existen otros recursos como jugar con la segmentación, crear audiencias similares o probar con otras variables psicográficas hasta llegar a un CPL más bajo.
Ambas opciones son válidas pero también podemos contemplar la optimización de las etapas de nuestro embudo.
Observa un ejemplo: En una campaña pagas 100 por un anuncio que llega a 1.000 personas y 100 de ellas hacen clic para llegar a tu pagina de destino o aterrizaje. Si de esas 100 personas, una persona llena o completa el formulario y se convierte en un cliente potencial, su costo por cliente potencial (CPL) será de $100.
Allí la mayoría nos enfocamos en cambiar la orientación, modificar el copy del anuncio, la imagen y con un poco de suerte lograremos llevar 200 personas a la página de destino la próxima vez. Dos de ellos se convierten y el nuevo CPL ahora será $50
A veces es más fácil cambiar la página de destino en lugar de manipular los anuncios, aunque con frecuencia no lo consideramos. Digamos que, en cambio, enviamos a las mismas 100 personas a la página de destino, pero esta vez realmente pensamos en el título, el texto y los demás componentes de esa página.
En lugar de una tasa de conversión del 1% en la página de destino, podríamos obtener un aumento al 2% y como resultado, también hemos reducido la CPL a $50.
Como puedes ver, todos los elementos cuentan y tienen que ver con la conversión y el CPL. No es bueno centrarse por completo en los anuncios cuando hay mucho terreno que ganar también en las paginas de aterrizaje.
¿Acostumbras a realizar pruebas cambiando los componentes de tus páginas?
Publicado por primera vez en https://rodolfobuitrago.com
